El nuevo instalador llegó para quedarse... al menos hasta la próxima versión
Después de esperar menos de veinte minutos (la instalación se prolongó un poco más por la descarga de los paquetes), llegamos al escritorio. El fondo de pantalla por defecto es ligeramente diferente al que vimos en la beta, pero mantiene los mismos tonos, por lo que casi no hay diferencias. La cantidad de fondos disponibles por defecto se ha extendido a 21, aunque no hemos visto nada revolucionaro. Después de un nuevo ajuste a la placa de red (no conservó la configuración durante la fase de instalación), ejecutamos Firefox para navegar un poco... y debimos personalizar al navegador tal y como lo hemos estado haciendo desde hace ya varias versiones. Esta versión ha recibido optimizaciones para netbooks, pero algunas aplicaciones simplemente no parecen percatarse de ello. Dos barras y varios marcadores no son algo que un usuario desea ver en su instalación por defecto. En cuanto al resto del aspecto visual, encontramos al The Ubuntu Font Family, un nuevo paquete de fuentes que si bien mejora la capacidad de lectura dentro de Ubuntu, aún se encuentra un poco lejos de lo que pueden ofrecer las fuentes TTF bajo Windows.
La apariencia por defecto de Firefox es de verdad pobre por decir lo menos. La versión 4 debería cambiar esto ya que tiene un aspecto bastante arcaico y deficiente en el diseño...
Unos leves ajustes, y la diferencia es enorme. Solo hay que descargar un tema de Firefox y listo. Canonical debería hacer sus propios ajustes a la interfaz de Firefox.Durante la beta habíamos notado que no había un acceso directo al Ubuntu One, pero ese es un detalle que ha sido corregido en la versión final. A decir verdad, Ubuntu One está funcionando muy bien, y para quienes no lo hayan probado nunca, crear una cuenta y establecer su configuración es algo muy sencillo. Por el lado de la obtención de aplicaciones, no hay grandes cambios en el Ubuntu Software Center, salvo por un detalle: Han llegado las aplicaciones pagas. Se había hablado mucho sobre el proceso de comercialización de aplicaciones dentro del sistema de distribución de software de Ubuntu, pero finalmente está aquí. Uno de los ejemplos más importantes es el del Fluendo DVD Player, con un costo de U$S 24.95.
Tal y como le ha sucedido a muchos usuarios, Adobe Flash reclamó, al menos en nuestro caso, un grado superior de atención antes de funcionar Esta versión de Ubuntu cuenta con el kernel 2.6.35 de Linux, cuyo estable fue publicado el 29 de septiembre pasado (de acuerdo a la información disponible en kernel.org). Las optimizaciones en los tiempos de inicio siguen siendo tangibles, aunque es un factor que inevitablemente se ve asociado al poder de procesamiento general del ordenador. Hasta aquí, Ubuntu 10.10 se presenta como una actualización aceptable. Y queremos hacer énfasis en la palabra "actualización". Después de haber visto a la versión 10.04 y a la beta en septiembre pasado, no podemos hablar mucho de "sistema operativo independiente", pero sí de actualización. Canonical sigue dando golpes de martillo en donde son necesarios, ha estabilizado varios de los aspectos "en la nube" del sistema operativo, e incluso ha introducido aplicaciones pagas, algo sobre lo que los usuarios de Ubuntu pronto emitirán opinión. Más allá del incidente con Flash y de alguna que otra cosa, no encontramos razones para no recomendar la actualización de Ubuntu. Como siempre, es cuestión de paciencia. Los servidores pueden estar un poco sobrecargados, y si a la hora de descargar paquetes encuentras algún error, sólo tienes que intentarlo de nuevo más tarde. ¡Buena suerte!
No hay comentarios:
Publicar un comentario